El mundo del deporte se une para acabar con la violencia en el deporte, especialmente en el fútbol que es donde más casos se han dado. Ese es el objetivo del libro publicado por el profesor de la Facultad de Comunicación y Humanidades de la Universidad Europea de Madrid, José Barrero, “Protagonistas contra la violencia en el deporte”.
El profesor Barrero, experto en violencia y deporte, da un repaso al papel que desarrollan todos los protagonistas que participan en esta realidad social. No sólo los aficionados son violentos en el mundo del deporte.
Con la colaboración del profesor Bienvenido Gazapo cuentan, entre otras cosas, que la violencia en el deporte no es sólo de los tiempos modernos. Ya en la Iliada, Homero, como si de un periodista deportivo se tratara, hace la crónica apasionante de “los primeros juegos olímpicos de la historia de la humanidad, realizados en un contexto general violento, el de la guerra de Troya. Los héroes aqueos llevaban nueve años peleando contra los troyanos. El divino Aquiles, “el de los pies ligeros”, rey de Tesalia (que se había enrolado en la guerra con su amigo Patroclo, gracias a la astucia de Ulises), vehemente y violento (prototipo de la impetuosidad e irreflexión de los jóvenes) había sido humillado por Agamenón (Agamémnôn = el ‘obstinado’, hijo del rey Atreo de Micenas y comandante en jefe de las tropas aqueas), porque éste se apropió de Briseida, una de las esclavas de Aquiles. Herido éste en su honor (orgullo, diríamos hoy) abandonó la causa de los aqueos frente a Troya, a sabiendas de que su ausencia provocaría un gran descalabro en sus filas. Fue entonces cuando Patroclo, su amigo, le pidió su armadura, construida por Hefaistos (el dios Vulcano romano, hijo de Zeus y de Hera, que trabajaba para los dioses en el fondo de un volcán) para salir a pelear en su lugar. Patroclo fue muerto por Héctor, el troyano. Al enterarse de tan infausta noticia, Aquiles volvió al campo de batalla, se reconcilió con Agamenón, retó a Héctor y lo mató. Luego celebró el funeral por su amigo Patroclo. En la trayectoria vital de estos personajes homéricos se transparentan varias actitudes que permanecen presentes en el deporte actual, es decir en los deportistas, en los espectadores y en los periodistas, en cuanto que todos estos son actores del fenómeno deportivo. En efecto, todos aquellos hombres eran guerreros (pólemos); eran, además, atletas que ejercitaron el ágonos; todos fueron a su vez espectadores (theatés) y todos mostraron en mayor o menor medida un estilo de comportamiento propio de los caballeros (areté), poseídos como estaban por el deseo de éxito, de triunfo, que en el deporte es imprescindible. Se juega para triunfar” señalan en Protagonistas contra la violencia en el deporte.
Ahora los tiempos han cambiado pero la violencia sigue dentro del mundo del deporte: el aficionado que tira un objeto al campo, el futbolista que trata de engañar al árbitro, el entrenador y el directivo que caldean el ambiente con sus declaraciones, el fraude de los colegiados comprados o los medios de comunicación sensacionalistas.
Aun así, algunas instituciones están intentando erradicar la violencia en el deporte como la Liga de Fútbol Profesional contra el fraude, o el diario MARCA, con sus iniciativas deportivas que fomentan la integración, consiguen que la esperanza de la paz en el deporte siga viva. Esto es Protagonistas contra la violencia en el deporte, del periodista y profesor José Barrero.
El profesor Barrero, experto en violencia y deporte, da un repaso al papel que desarrollan todos los protagonistas que participan en esta realidad social. No sólo los aficionados son violentos en el mundo del deporte.
Con la colaboración del profesor Bienvenido Gazapo cuentan, entre otras cosas, que la violencia en el deporte no es sólo de los tiempos modernos. Ya en la Iliada, Homero, como si de un periodista deportivo se tratara, hace la crónica apasionante de “los primeros juegos olímpicos de la historia de la humanidad, realizados en un contexto general violento, el de la guerra de Troya. Los héroes aqueos llevaban nueve años peleando contra los troyanos. El divino Aquiles, “el de los pies ligeros”, rey de Tesalia (que se había enrolado en la guerra con su amigo Patroclo, gracias a la astucia de Ulises), vehemente y violento (prototipo de la impetuosidad e irreflexión de los jóvenes) había sido humillado por Agamenón (Agamémnôn = el ‘obstinado’, hijo del rey Atreo de Micenas y comandante en jefe de las tropas aqueas), porque éste se apropió de Briseida, una de las esclavas de Aquiles. Herido éste en su honor (orgullo, diríamos hoy) abandonó la causa de los aqueos frente a Troya, a sabiendas de que su ausencia provocaría un gran descalabro en sus filas. Fue entonces cuando Patroclo, su amigo, le pidió su armadura, construida por Hefaistos (el dios Vulcano romano, hijo de Zeus y de Hera, que trabajaba para los dioses en el fondo de un volcán) para salir a pelear en su lugar. Patroclo fue muerto por Héctor, el troyano. Al enterarse de tan infausta noticia, Aquiles volvió al campo de batalla, se reconcilió con Agamenón, retó a Héctor y lo mató. Luego celebró el funeral por su amigo Patroclo. En la trayectoria vital de estos personajes homéricos se transparentan varias actitudes que permanecen presentes en el deporte actual, es decir en los deportistas, en los espectadores y en los periodistas, en cuanto que todos estos son actores del fenómeno deportivo. En efecto, todos aquellos hombres eran guerreros (pólemos); eran, además, atletas que ejercitaron el ágonos; todos fueron a su vez espectadores (theatés) y todos mostraron en mayor o menor medida un estilo de comportamiento propio de los caballeros (areté), poseídos como estaban por el deseo de éxito, de triunfo, que en el deporte es imprescindible. Se juega para triunfar” señalan en Protagonistas contra la violencia en el deporte.
Ahora los tiempos han cambiado pero la violencia sigue dentro del mundo del deporte: el aficionado que tira un objeto al campo, el futbolista que trata de engañar al árbitro, el entrenador y el directivo que caldean el ambiente con sus declaraciones, el fraude de los colegiados comprados o los medios de comunicación sensacionalistas.
Aun así, algunas instituciones están intentando erradicar la violencia en el deporte como la Liga de Fútbol Profesional contra el fraude, o el diario MARCA, con sus iniciativas deportivas que fomentan la integración, consiguen que la esperanza de la paz en el deporte siga viva. Esto es Protagonistas contra la violencia en el deporte, del periodista y profesor José Barrero.
