Un jugador del Ajax de Holanda estaba tirado en el suelo por una falta. Un compañero suyo hizo por tirar la pelota fuera del campo para que puedan atender los médicos a su compañero.
El error estuvo en que, el futbolista del Ajax, en su intento de devolver la pelota al equipo contrario, marcó por la escuadra sin querer. Todos, incluso hasta el jugador que patea se miran asombrados sin festejo alguno, mientras que el árbitro reglamentariamente otorga el gol.
Inmediatamente el equipo contrario sacó desde el centro del campo y todo el equipo del Ajax se quedó parado para permitir que el conjunto rival marque el gol.
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